La escultura del megalodón, con sus más de 10 metros de largo, 5,75 metros de ancho y con un peso de más de media tonelada por estos días es custodio de la Biblioteca Departamental. La obra obra de arte elaborada en resina y fibra de vidrio, conmueve y educa.
Su imponente presencia no pasa desapercibida en la Calle Quinta. Este tiburón, hecho a escala, narra la historia de una especie que habitó los mares aproximadamente 3,6 millones de años y es uno de los principales atractivos actualmente en la capital vallecaucana.
Realizada por la artista plástica Astrid Galán Sepúlveda y donada por Colsubsidio, la obra lleva un poderoso mensaje de preservación de tiburones y conciencia ambiental.
Arte y Activismo Contra el Aleteo
Como las grandes exposiciones itinerantes en ciudades de todo el mundo, la instalación del Megalodón en Cali no solo invita a ser fotografiada, sino que también busca generar reflexión sobre la conservación de los tiburones, sensibilizando contra la práctica de aleteo.
El aleteo es una actividad que consiste en la captura de tiburones para obtener sus aletas con supuestos fines medicinales. La comercialización de sus aletas, una amenaza grave para la biodiversidad marina.
La instalación de esta obra refuerza el compromiso que la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, asumió al firmar el Manifiesto contra el Aleteo, un acuerdo que busca proteger la biodiversidad del océano.
Una experiencia interactiva
Si se acerca y observa que esta escultura está firmada, la razón es una: Los visitantes pueden dejar su firma o un mensaje sobre el megalodón como acto simbólico de apoyo a la protección marina. Esta acción se convierte en un llamado visual en defensa de la biodiversidad y en contra de la caza de tiburones.
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Además, por la cercanía de la ubicación de esta escultura con el Museo Departamental de Ciencias Naturales Federico Carlos Lehman Valencia los visitantes pueden enriquecer la experiencia, explorando la exhibición de 16 tiburones en escala real que se encuentran resguardados en el museo.
Si todavía no ha visitado esta escultura, tenga en cuenta que estará hasta el próximo 28 de febrero de 2025. Y es hoy un símbolo de esperanza y de respeto por la vida marina. Como explicó Fernando Tamayo, director de la Biblioteca Departamental, “es una obra viva y social que invita a intervenirla dejando el nombre de quienes desean proteger la biodiversidad. También permite plasmar mensajes en pro de la conservación de la fauna marina”.